Resultado de la encuesta de bienestar emocional

FEJIDIF quiere agradecer su generosa participación a las personas que han realizado la encuesta publicada hace unos días. La pandemia COVID ha puesto en riesgo la salud mental de todas las personas, sobre todo aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, como es el caso de las personas con discapacidad, aumentando de esta manera la invisibilidad social, soledad no deseada, aislamiento etc. Actualmente, y pese a encontrarnos casi en la normalidad, muchas de las cuestiones siguen desatendidas, poniendo en riesgo el bienestar emocional de las personas con discapacidad. FEJIDIF necesitaba conocerlo, preguntándoos.

Las personas que han contestado consideran que las emociones son importantes y están deseosas de no reprimirlas, quieren sentir y experimentarlas, que necesitan ayuda para no somatizarlas, conteniéndolas. Le dan mucha importancia a saber gestionar la tristeza, el miedo o la ira para evitar conflictos personales, familiares o sociales y que no interfieran en su rendimiento; estar bien con la gente, contribuir, aportar, ponerse en el lugar de otras personas, aprender de los demás, para situar nuestras posturas en relación a la de las otras personas. Ver las cosas de forma positiva, darse a conocer, compartir experiencias en grupo, lo bien que les vendría este proyecto, el empleo, encontrar trabajo en el que su discapacidad no importe, ni interfiera para su desempeño, los bajos recursos los mantienen en un estado de estrés. Estas conclusiones nos las han puesto de manifiesto, compartiendo los pensamientos que les preocupa.

Gracias a las 108 personas que han colaborado con la encuesta, de ellas 101 tienen discapacidad y el resto son profesionales del ámbito de la discapacidad.

Predomina las respuestas de las personas con discapacidad física y orgánica. El 55,4%, son mujeres. El 86,13% está entre 36 y 65 años, con vivencias con la pandemia COVID que han generado una serie de cambios en su manera de pensar, sentir y actuar, y notan que les impide adaptarse a nuevas situaciones.

Continuando con el análisis de la encuesta de bienestar emocional, el 73,27% suelen estar de buen humor. Hay más mujeres que hombres, las que consiguen revertirlo en pensamiento en positivo, concretamente, el 64,36%.

Un 64% no pueden explicar por qué se sienten felices o tristes, el 34% son mujeres. El 70,30% eluden pensar en cosas terribles que pasan en el mundo y les hace sentir mal.

Presentan irritabilidad un 70%, es una de las maneras que tienen las personas de reaccionar al entorno externo (ambiente, aspectos sociales, estímulos emocionales…) interno (situación de discapacidad, estado de ánimo, dolor y otras percepciones corporales). Se sienten desbordados y emocionalmente fuera de control y sin energía un 65%.

El 87,13% de las mujeres sí perciben tener un problema con alguien, hacen un esfuerzo consciente para ver las cosas desde su punto de vista de la otra persona.

El 50,50% dicen que saben identificar y controlar las emociones. Por el contrario, otros opinan que no tratar estos aspectos les está perjudicando a la hora de relacionarse, perpetuarían los miedos, continuarían con dificultades de adaptación, a retrasos en su participación social, al empleo, vida familiar, social, a no aceptarse…, que junto con las circunstancias sociales y del entorno, dificultan su inclusión. Todas estas circunstancias desfavorables a las que se enfrentan las personas con discapacidad como grupo social en situación de vulnerabilidad tienen un impacto en los resultados de bienestar a lo largo de sus vidas.

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